Diseñar un catálogo es todo un arte y es mucho más complejo de lo que a primeva vista puede parecer. Hay que tener en cuenta las necesidades, el publico y el producto o servicio. Un elemento fundamental de branding para marcas, ideal para tener en tu oficina o tienda o para entregar en ferias y eventos promocionales o si optas por un catálogo virtual, para enviar por e-mail o compartir en redes de difusión o sociales.

Su finalidad es principalmente comercial, aunque también es informativo, suelen tener la forma de un libro o una revista pero, depende del diseño, la cantidad de productos a exhibir, el tamaño de la empresa, y el nivel de los detalles que tengan las descripciones de los mismos.

Estructura y Tipos de catálogos

El catálogo constan de tres partes fundamentales estas son: la portada, el contenido y la contraportada. Cada una de estas partes cumple una función indispensable

La portada debe ser lo más impresionante del catálogo, pues lo primero que los clientes verán, de esto dependerá que sea visualizado la mayor cantidad de veces y sea todo un éxito. El título de la portada debe ser claro, conciso y atractivo y la imagen seleccionada para la portada debe ser representativa del contenido del catálogo. La elección de la tipografía es crucial para garantizar la legibilidad del texto en la portada. Se recomienda utilizar fuentes claras y de fácil lectura, evitando estilos muy elaborados o complicados.

A rangos generales podemos decir que los catálogos se pueden dividir en dos grande grupos, los catálogos estándar y los catálogos personalizados.

Un catálogo estándar, se basa en una plantilla prediseñada, donde vamos a ir incluyendo nuestros productos o servicios. Puede ser una buena alternativa para productos con poca competencia o bien para emprendedores/empresas que estén empezando su actividad y dispongan de un presupuesto mucho más ajustado.

Un catálogo personalizado, es todo un arte, y es cuando todo el conjunto que lo forma está pensado «a medida» y es único para una empresa, sin posibilidad de que otra empresa lo use con el mismo diseño y concepción. Un catálogo personalizado aporta carácter, refuerza el branding y ayuda a que nuestra marca se afiance.

Las claves de un buen catálogo

Dependiendo del uso que le vayamos a dar al catálogo, habrá que tener en cuenta, que no poner o poner en el y como diseñarlo.

Objetivos:

  • Mensaje; definirlo bien, ya que el significado global vamos a transmitirlo mediante texto y elementos no verbales
  • Publico objetivo; según sea el perfil del consumidor al que una empresa desea dirigirse se deberán seleccionar los elementos gráficos (colores, tipografías, imágenes, fondos, etc.) y los contenidos textuales. 
  • Necesidad; hay que conseguir crear necesidad, sobre todo si el objetivo es vender productos o servicios.

Diseño:

  • Planificación; Antes de comenzar con el diseño, es recomendable planificar la estructura del catálogo. Esto implica decidir qué categorías de productos se incluirán, cómo se organizarán y qué información se debe resaltar en cada página. 
  • Facilitar la navegación; Es esencial que el catálogo sea fácil de navegar para el lector. Esto implica utilizar índices y numeración de páginas. 
  • Textos; El texto es un aspecto central en un catálogo, junto con la fotografía, ya que la función de esta pieza de promoción es brindar información suficiente y útil sobre una empresa o producto.
  • Tipografías; opta por utilizar una fuente legible. Para bloques de textos, se recomienda utilizar un tamaño de letra de 12 puntos. Recuerda: La tipografía debe cumplir tres premisas dentro del texto: ser legible, ser estético y comprensible. Y que para elegir la tipografía de un catálogo hay que tomar en consideración la estética que tiene la empresa. Una buena idea es emplear diferentes variantes para la misma fuente: itálica, negrita, subrayado.
  • Colores; por su puesto si es una catálogo personalizado, hay que optar por usar una gama de colores acorde a nuestra imagen corporativa. El color adecuado es aquel que se elige teniendo en cuenta el sector y el consumidor.

Contenidos:

  • Precios; si optamos por poner precios, los precios deberán destacar en el diseño, cuando son campañas de publicidad muy concretas, temporales o con productos nuevos/exclusivos.
  • Productos o servicios; si no vamos a destacar su precio, porque no es promocional, habrá entonces que destacar más el producto o servicio.
  • Fotografías; sobra decir que deben ser de buena calidad, cuidado con los pixelados, debes conocer bien que formatos usar. Opta por las fotografías profesionales de los productos, de oficinas o sede, del equipo. Para algunos casos puedes optar por fotografías de banco de imágenes, pero no te pases.
  • Formato; existen muchos formatos estándar o personalizados, muchas veces el formato debe ir acorde al diseño.

Catálogo virtual o impreso

Fácil y rápida respuesta: dependerá del uso que quieras darle. Pero si optas por ambas opciones, siempre te dará mucha más flexibilidad y posibilidades a la hora de su uso y distribución.

La opción virtual es la que más flexibilidad y aplicaciones aporta además de ser la mejor forma de llegar a otros países, mercados y clientes (en cualquier idioma y de una forma mucho más económica). También nos puede ocurrir que tengamos mucho movimiento y actualización de productos constante (mensual, anual), y es aquí donde la opción virtual nos pueda resultar la mejor alternativa, por ser mucho más rápido, cómodo y económico.

Ya sabes… no nos despedimos sin antes decirte… Que, si necesitas ayuda para diseñar tus catálogos… contacta con eradesign, ¡¡estaremos encantados de ayudarte!!